Trocadéro - sábado 24 de noviembre

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miércoles, 23 de abril de 2008

Auschwitz

A mí las palabras no me bastan para describir lo que sentí en el cuerpo y en el alma durante las cinco pasmadas horas en que recorrí este lugar de memoria, Primo Levi supo encontrar la manera de expresar el horror de lo inexpresable:
"Me llamo 174517; nos han bautizado, llevaremos mientras vivamos esta lacra tatuada en el brazo izquierdo. La operación ha sido ligeramente dolorosa y extraordinariamente rápida: nos han puesto en fila a todos y, uno por uno, siguiendo el orden alfabético de nuestros nombres, hemos ido pasando por delante de un hábil funcionario provisto de una especie de punzón de aguja muy corta. Parece que ésta ha sido la iniciación real y verdadera: sólo 'si enseñas el número' te dan el pan y la sopa. Hemos necesitado varios días y no pocos bofetones y puñetazos para que nos acostumbrásemos a enseñar el número diligentemente, de manera que no entorpeciésemos las operaciones cotidianas de abastecimiento; hemos necesitado semanas y meses para aprender a entenderlo en alemán. Y durante muchos días, cuando la costumbre de mis días de libertad me ha hecho ir a mirar la hora en el reloj de pulsera he visto irónicamente mi nombre nuevo, el número punteado en signos azulosos bajo la epidermis."
© Si esto es un hombre. Gómez, P. (trad.) Barcelona: Aleph Editores, 2003.Se questo è un uomo













































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