En París

miércoles, 23 de abril de 2008

Auschwitz

A mí las palabras no me bastan para describir lo que sentí en el cuerpo y en el alma durante las cinco pasmadas horas en que recorrí este lugar de memoria, Primo Levi supo encontrar la manera de expresar el horror de lo inexpresable:

"Me llamo 174517; nos han bautizado, llevaremos mientras vivamos esta lacra tatuada en el brazo izquierdo. La operación ha sido ligeramente dolorosa y extraordinariamente rápida: nos han puesto en fila a todos y, uno por uno, siguiendo el orden alfabético de nuestros nombres, hemos ido pasando por delante de un hábil funcionario provisto de una especie de punzón de aguja muy corta. Parece que ésta ha sido la iniciación real y verdadera: sólo 'si enseñas el número' te dan el pan y la sopa. Hemos necesitado varios días y no pocos bofetones y puñetazos para que nos acostumbrásemos a enseñar el número diligentemente, de manera que no entorpeciésemos las operaciones cotidianas de abastecimiento; hemos necesitado semanas y meses para aprender a entenderlo en alemán. Y durante muchos días, cuando la costumbre de mis días de libertad me ha hecho ir a mirar la hora en el reloj de pulsera he visto irónicamente mi nombre nuevo, el número punteado en signos azulosos bajo la epidermis."

lunes, 21 de abril de 2008

Cracovia

¿Por qué pasar un finde en Cracovia? Miles de obviedades se podrían escribir sobre su calidad turística pero para ese tipo de info los remito a la Guía Verde, la Michelin o alguna otra de igual índole viajerística. La verdad es que nunca había estado en Polonia y una ciudad de nombre tan sonoro merecía la escapada. Con mi embale, convencí a mi amiga Claudia, recién aterrizada de Argentina, para que se sumara a la aventura. De las bellezas monumentales dan prueba las fotos infra, por lo demás vale destacar la calidad de su vodka, que mezclado con jugo de manzana da una bebida llamada "tatanka" (no se dejen engañar por su dulzura porque les aseguro que pega igual) y una canción hit polaco de hace algunos años llamada "Facet to swinia" de Big Cyc (traducción: "Los hombres son todos cerdos", cualquier semejanza con la realidad queda a criterio de cada lector) que les recomiendo busquen en internet porque no tiene desperdicio.

P.D. La foto con el pseudo-dragón (sí, ya sé, parece el lagarto Juancho pero allá insisten en que es un dragón) no es la publicidad de mi futura incursión en la conducción de un

programa infantil sino una expresión de amor hacia el símbolo número 1 de Cracovia (sí, hasta te dejan visitar la cueva donde supuestamente residía el bicho)

lunes, 7 de abril de 2008

¡Ya llegó una blanca primavera!

Miren, no sé si desearles feliz navidad, decirles que París está ávido de emular nuestro pequeño milagro de nieve del año pasado o qué, porque anoche, luego de casi diez días de comenzada la "primavera" (las comillas corresponden a la pseudo realidad de este hecho),¡NEVÓ! Y no fue una nevisquita de morondanga, no señores, fue una señora nevada. Consternada y confundida ante tamaña injusticia (yo ya tenía lista la ropa para abordar esta primavera con todo), paso a mostrarles algunas fotos de cómo amaneció la Cité esta mañana. De todos modos, ahora la nieve está casi derretida pero ayer a la noche el espectáculo que se veía por mi ventana se parecía mucho a mis recuerdos de Bariloche (bah! exagero un po

co pero para que se den una idea).

domingo, 6 de abril de 2008

Cristina y yo en París (cholulismo puro)

Gente, ubiquense en esta escena. Mi amiga Lana, de Yugoslavia, y yo salimos del Musée de l'Orangerie, atravesamos el Jardin des Tuileries y, justo antes de llegar al Louvre, nos topamos con un montón de gente con pancartas gritando "Libertad". Nos llevó pocos segundos reconocer que se trataba de una "manif" para reclamar la liberación de Ingrid Betancourt y otros rehenes en Colombia. Nos quedamos paradas a un costado, mirando como pasaba la gente y en un momento un grupo de periodistas se avalanza sobre alguien y nos piden que nos corramos. Yo le digo a Lana "deben ser los hijos de Ingrid", levanto la cabeza para ver y ¡cuál no sería mi sorpresa al ver a escasos dos metros de distancia a CRISTINA! Ante tamaña sorpresa (sabía que estaba en París pero no tenía idea de que fuera a participar de la manifestación) me doy vuelta y le empiezo a gritar a Lana "She's my president!" Lana que no entendía ni jota me miraba con cara de "finalmente se le soltó la polea y la perdimos" hasta que entre tanta euforia (no producto de mi conversión al kirshnerismo sino simplemente de un ataque de cholulismo puro, como si de Brad Pitt se tratara) le hice entender que esa mujer de boina negra era la presidenta de mi país. Fue Lana quien captó las imágenes que pueden ver en esta entrada, mientras yo seguía saltando al estilo feliz domingo. Estuvieron parados unos cuantos minutos y después todos arrancamos en dirección a l'Asamblée Nationale. Sepan disculpar, pero les tenía que mostrar mi pequeña anécdota de fin de semana.